UN MUNDO FELIZ

UN MUNDO FELIZ. Huxley lo auguró y ya hemos llegado

viernes, 15 de noviembre de 2013

TX










Vivimos en la época del gregarismo. Si no perteneces a un rebaño no eres nada (ser nadie ya sería algo) Tener entidad propia en cuanto a personalidad, criterio, capacidad de crítica, capacidad de autocrítica (esto duele) exigencia, capacidad de autoexigencia (¿para qué me habré puesto a esto?) Vale, lo dejo. Empiezo de nuevo.



Vivimos en la época del gregarismo. Si no perteneces a un rebaño no eres nadie (esto se entiende mejor, ¿no?) El individualismo tiene sus ventajas solo si sabes apreciarlas tú mismo -difícilmente lo harán los demás por ti- pero de modo inapelable, también sus desventajas – solo si temes que los demás lo aprecien por ti- El sentimiento de pertenencia suaviza muchas cosas de la vida. Digamos que la hace más fácil en lo práctico. El rebaño arropa, te otorga una identidad, te dice qué eres y de dónde vienes y, muy importante, a qué causa te debes (hoy no toca hablar del nacionalsocialismo alemán, bueno, del nacionalismo en general, aunque lo parece. ¿No les suena la melodía? Es siempre la misma aunque cambie la versión y el ritmo) Yo quería hablar de sentimientos de inferioridad, de vergüenza por lo que uno es cuando lo importante en la vida es lo que uno hace y pretende hacer, pero ya saben, mis problemas de concentración...



Todo este rollo que tanto les está aburriendo, o asustando a quien me estime, si queda alguien, viene a cuenta de observar cómo algunas personas pretenden maquillar el camino que les trajo aquí, es decir, sus ancestros, por ejemplo, para ganar en integración, en identidad para con el entorno, en pertenencia al rebaño, no reparando, para ello, en colgarse un aparatoso letrero del cuello que diga: “Me avergüenzo de lo que soy”



En esta tierra, como en otras dañadas por el discurso y la cansina cantinela tan analfabeta y tan de derechas (esto no lo saben, pero ya lo explicaré otro día) de la raza, la historia, la tierra, la nación, el grupo sanguíneo, la lengua (tengo que dedicarme a explicar el genocidio cultural y antropológico en pos de la necesidad política que supuso el batua) y donde no se habla en absoluto de la persona, ya que esta ha de estar supeditada al colectivo y... -Estoooo...a ver si me concentro, que no hay forma. Ya, sí...- En esta tierra, decía, hay especímenes que, para conseguir esa integración, ese ingreso en el calor del rebaño pretenden falsificar -eso no se puede conseguir- su origen, lo que ellos entienden, en su distorsionada y triste visión de la vida, su inferioridad, su nacimiento en una casta inferior, su trauma.



Una de las mayores cartas de presentación en esta tierra la representan tus apellidos. Determinan, en una importante medida, tus orígenes –orígenes a secas, para ellos orígenes raciales- y hay apellidos que suponen una luz de neón en medio de la noche. Personas con una carencia importante de personalidad propia, que necesitan imperiosamente el abrigo de una manada, por incapaces de ejercer la dura lucha individual que supone abrirse paso en determinados ambientes, débiles de criterio y convicciones, necesitan abjurar de sus orígenes, es decir, de las personas, sus ancestros, que les trajeron aquí. En ese momento tu apellido es una vergüenza, con ello el origen de tus padres, así, como suena, tu origen, tus raíces y sientes la necesidad de “asimilarlo”



Transformar el apellido Sánchez en Santxez  es todo un ejercicio de auto retrato sicológico. Falta de personalidad, criterio, sentimiento de persona, con lo que de individualismo va en el término, desarraigo, debilidad conceptual de principios... Muestra vergüenza de uno mismo, renuncia, ganas de auto denigrarse, auto desprestigiarse, decir que tus abuelos eran de inferior condición por su lugar de nacimiento, gritar a los cuatro vientos que eres inferior por naturaleza. Tristeza de uno mismo. Muy Huxleyniano todo.



Te sentirás arropado, pero para ellos siempre serás Sánchez, ni siquiera uno más, dado que, REALMENTE, no eres uno de ellos. Tu disfraz se trasparenta. TX viste la escritura pero la voz desnuda la palabra. Santxez, ¿lo oyes?, suena igual.



Mi grupo sanguíneo 0- me hace distinguido a tus ojos, te provoca envidia, pero, te aseguro, no me ayuda en mi lucha diaria por intentar, solo intentar, ser honesto, PERSONA.



Michael Jackson nació negro y murió negro. Aunque él se viese blanco. Pero lo importante, o no, lo que quedará, o no, para la historia, es lo que hizo por, para, con la música. ¿Lo entiendes?

lunes, 11 de noviembre de 2013

Meritocracia






Queridos madrileños, periodistas en general, periodistas de Canal 9, sinvergüenzas en sus múltiples modalidades,ganado ovino feliz de haberse conocido, españoles todos que pensáis que la deficiencia técnica, intelectual, ética y moral, así como la carencia absoluta de principios y valores es cosa exclusiva de los políticos que rigen nuestro destino y que éstos suponen alguna especie de plaga bíblica o extra planetaria que nos asola incomprensible e inmerecidamente y que nada tiene que ver con nosotros:

Los ciudadanos de Munich han rechazado en referéndum la posibilidad de que su ciudad organice los JJOO de invierno. Por eso Madrid está así y Munich así. Por eso Alemania está así y España así. Se llama meritocracia.