UN MUNDO FELIZ

UN MUNDO FELIZ. Huxley lo auguró y ya hemos llegado

martes, 19 de octubre de 2010

Maimónides

Los antiguos dijeron que el alma tiene salud o enfermedad, de igual manera que el cuerpo tiene salud o enfermedad. El alma está sana cuando su talante o el temple de sus partes le dan la disposición requerida para realizar de modo constante las cosas buenas, las acciones correctas. El alma está, en cambio, enferma cuando su talante y el temple de sus partes la ponen en disposición de obrar siempre cosas malas y acciones nefandas.

(…) En algunos tiempos y en algunos lugares ha habido algunos de estos hombres virtuosos que se han inclinado hacia algunos de los extremos, en el ayuno, en las vigilias prolongadas, en la abstinencia de carne, en la renuncia al vino, en el apartamiento de las mujeres, en el vestir ropas de lana o de pelo, en el habitar en montañas, en el aislamiento en desiertos. Pero no hicieron ninguna de estas cosas sino a modo de tratamiento terapéutico, tal como hemos mencionado, y a causa así mismo de la corrupción de la gente de la ciudad. Cuando ven que ellos pueden corromperse en su compañía, cuando ven su proceder, temen que por su causa se corrompan en sus costumbres y por eso huyen de ellos a los desiertos y a los lugares donde no habite ningún hombre pervertido, tal como dice Jeremías: “¡Ojalá tuviera en el desierto un albergue de caminantes, yo abandonaría mi pueblo y me iría junto a ellos, porque éstos todos son adúlteros, una banda de traidores”.

Maimónides, Etica.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo en las virtudes del retiro voluntario. Existe otro retiro también, que no es físico sino mental o filosófico que se puede poner en práctica en medio de la civilización. Porque eso de alejarse de las mujeres y el vino, no sé yo... Quizás retirarse no sea aislarse sino sumergirse en la realidad social con nuevos ojos.

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