UN MUNDO FELIZ

UN MUNDO FELIZ. Huxley lo auguró y ya hemos llegado

lunes, 5 de julio de 2010

Kowalski

Quiero tener un vecino como Kowalski. ¡A tomar por culo! Un tipo que no me dedique una sonrisa hipócrita cada mañana porque lo dice el manual ni me hable del tiempo desde su puerta cuando aún mi corazón no ha recobrado sus pulsaciones normales tras la berrea del despertador y mi ceño sigue pareciendo la etapa reina del Tour. Un tipo que no me tenga más consideración que a su perro por el hecho de que a un antepasado mío se le ocurrió que transformarse en bípedo le resultaría útil para coger higos. Kowalski utiliza su mala hostia como escudo porque lo que le rodea no le gusta y la diplomacia es cosa de personas que no son de fiar. Huye hacia adentro y si no es feliz es a causa de que la autocomplacencia que mantiene inane al rebaño no va con él. Es capaz de distinguir la miseria en un hecho aunque sea él el autor y eso pone en dificultades a la sonrisa. Kowalski es áspero, antipático y sincero hasta el dolor. Por eso la gente como Kowalski es de fiar.

2 comentarios:

  1. Joder, otro que nos defrauda como Marx. Al final es un sentimental que regala su coche al oriental...seguro que también le gustaban HOMBRES G, o lo que es peor... los putos EAGLES.

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  2. A ver, Íñigo. No pongas el ventilador en marcha para extender tu mancha y así distraer la realidad. Estoy seguro de que a Kowalski le gustaría la versión más triste y depresiva de Los Suaves (Malas noticias, Pobre jugador, Maldita sea mi suerte...). No me toques a Kowalski, tú que vas de super punk y adoras a Hombres G.

    Sufre mamón.

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